Abierto hoy de 11:00 a.m. a 6:00 p.m.

La ciudad de los niños y las niñas 2024

El Museo de Arte Moderno de Medellín, en alianza con Bancolombia, y en articulación con instituciones sociales, educativas y culturales de Medellín, desarrolla desde el 2008, el programa La ciudad de los niños y las niñas, inspirado en las ideas del psicopedagogo italiano, Francesco Tonucci, para promover la autonomía y participación de los niños en la ciudad.

Sus propósitos son reconocer a los niños y niñas como ciudadanos activos, dueños y creadores de sus territorios; promover su palabra, sus historias y asombros, generando las condiciones estéticas y creativas para la experimentación del arte contemporáneo en la perspectiva de pensar allí sus entornos, sus formas de emocionar y reafirmar la importancia de sus sueños.

Participantes

Actualmente los encuentros se realizan en tres barrios del Área Metropolitana, con 110 niños y jóvenes, entre los 7 y los 15 años de edad, vinculados a fundaciones con trayectoria en cada sector: Funaya en San Antonio de Prado (vereda la florida y el limonar), El hormiguero en la vereda el pedregal de Itagüí y Somos por naturaleza en Manrique La Honda.

La experiencia 2024: Bioarte, naturaleza y territorio

Este año el programa transita por la temática los ciclos, los reinos y las formas de la vida. Desde la perspectiva del bioarte busca entablar diálogos creativos entre la naturaleza y la comunidad tanto para reconocer los vínculos de interdependencia que nos unen, así como para promover formas más respetuosas de relacionamiento y cooperación entre las distintas especies con las que compartimos el mundo. 

El agua, la tierra, los animales y los elementos sutiles de la naturaleza que pueden ser llevados a una obra de arte son algunas de las materialidades con las cuales comenzamos esta aventura. Hemos transitado por ejercicios de exploración, observación, dibujo, cultivos de bacterias, hongos, visualización micro y macroscópica y collage natural, integrando diferentes reinos, encontrando en estos otras formas, colores y texturas como una apuesta de conexión con el elemento tierra y todos los seres que en ella habitamos, abordando también otros temas transversales a la vida humana y animal tales como el proceso de migración, la metamorfosis, los ciclos, la muerte y la transformación de la materia.

Así mismo hemos jugado a la construcción de “Humanimales”: humanos con características animales, a través de los cuales los niños y niñas identifican particularidades y cualidades propias y externas que permiten el advenimiento de seres únicos, a quienes se les otorgan diferentes poderes al servicio de la comunidad, lo cual se ha usado como recurso pedagógico para reconocer la animalidad como una conducta cercana, mediante la cual habitamos, indagamos y construimos un entorno, una ciudad. 

Este ha sido un año para que el programa expanda las múltiples nociones del arte y la ciencia y las coloque al servicio de la curiosidad, el juego y la espontaneidad de los y las participantes, mediante el fomento de búsquedas propias, métodos e hipótesis científicas disruptivas y el impulso constante de saber más, para comprendernos y cuidarnos mejor. 

Jugando a ser científicos, al tiempo que artistas, acercamos universos microbiológicos que por su pequeñez parecían distantes y sobre ellos adquirimos valiosos aprendizajes, evidenciando con lupa y microscopio en mano, que en la partícula más diminuta se encuentra la grandeza de la vida, un complejo conjunto de formas, colores y texturas que constituyen todo lo que nos rodea, desde ahí entonces los niños y las niñas han logrado conquistar sus propias obras de arte.