Dirección: Susana Mejía Villa. Antropólogo: Jairo Upegui. Producción | Investigación: Daniel Montoya. Asistente de investigación: Marcelo Pérez. Gestión de archivo: Margarita Rada. Cuidado del jardín | Herbario: Sara Aristizábal. Químico: Luis Miguel Arana. Registro en campo: Susana Mejía y Daniel Montoya. Videografía: Sara Nanclares. Ilustración | Diseño gráfico: Lina Rada. Edición de imágenes | Fotografía de estudio y plantas: Elisa Echavarría. Diseño arquitectónico: Pascual Celis. Monotipos: Ángela María Restrepo. Consultora de arte: María Wills. Asesor botánico: Orlando Adolfo Jara. Visualización de archivo: Santiago Ortiz.
“El arte es un indulto para que la planta pase de lo ilegal a lo legítimo”.
Susana Mejía
Khoka es una palabra aymara que describe la idea arquetípica de árbol y es usada para designar la planta sagrada, conocida como coca, cuyas hojas han sido utilizadas por el ser humano debido a sus propiedades medicinales y estimulantes desde hace más de 8.000 años, como lo sugieren los hallazgos arqueológicos de Tom Dillehay en el valle del río Nanchoc, en la costa norte del Perú. Se conocen cuatro variedades descritas por Timothy Plowman, biólogo y botánico que estudió ampliamente la planta y que sirvió de inspiración para la reflexión artística de Khoka Project. Los estudios de Plowman, junto a las investigaciones de antropólogos, biólogos, botánicos, mamos y chamanes, son fuentes primordiales que revelan el amplio espectro de usos y significados culturales asociados a la planta, su profundo carácter ritual como mediadora espiritual, y la complejidad de roles que asume en las distintas cosmovisiones de los pueblos indígenas del continente.
La planta es transversal a la cultura andina y amazónica, posee agencia y juega un papel activo en el mundo animado a su alrededor, transformando el paisaje histórico y la comunión entre naturaleza y cultura, siendo ofrenda y ruta para acceder a los mensajes y la benevolencia de sus divinidades. No hay relación social en los Andes que no comience con el intercambio de sus hojas. Pese a ello, ha sido satanizada y condenada al exterminio a causa de la guerra contra las drogas y a un prejuicio que no permite diferenciar el alcaloide extraído como sustancia psicoactiva de la khoka: una planta medicinal, altamente nutritiva y venerada como sagrada por comunidades indígenas y civilizaciones ancestrales de Suramérica.
Khoka Project rastrea la compleja relación que ha tejido el ser humano con la planta de coca a través del tiempo. En este proyecto colectivo liderado por Susana Mejía, las piezas artísticas se derivan del estudio y convivencia directa con la planta, y a través de su belleza se busca transformar los imaginarios negativos. ¿Quién es la planta de coca? es la pregunta que ha guiado la metodología sui géneris de trabajo en equipo, con travesías a distintos espacios geográficos y sociales ubicados en Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia, en búsqueda de las diversas voces que hablan y han hablado sobre ella. En este proyecto, más que un proceso de adaptación de las plantas, se dio un ejercicio de comprensión de los tiempos, cuidados y necesidades de cada especie. Las cuatro variedades de coca descritas por Plowman, el mayor investigador sobre coca del siglo XX, no se aclimataron al ecosistema de Medellín de un modo pasivo, sino como agentes activas, dinámicas y resilientes, demandando un abordaje multidimensional desde el arte, la antropología, la historia, la química, la biología y la ecología.
Susana Mejía ha desarrollado su práctica artística desde la investigación empírica. Su intensan búsqueda de pigmentos naturales y del color la llevaron a internarse en la Amazonía colombiana para trabajar de la mano de mujeres uitotos, teniendo en este contexto su primer acercamiento con la planta de coca. Desde el 2006, con el apoyo del antropólogo Jairo Upegui comenzó a sembrar estacas de ipadu, una variedad de coca originaria de la selva amazónica, en la triple frontera entre Perú, Bolivia y Colombia. Luego vino el secado de las ramas, la creación de herbarios y un sinnúmero de experimentaciones marcadas por los ciclos de vida de la planta, así como investigaciones con fuentes primarias y secundarias. Así, los pigmentos que caracterizan parte de su obra artística le cedieron el protagonismo al verde propio de las hojas de coca y el espacio de creación se convirtió en un laboratorio para la exploración integral de esta familia botánica.
En esta muestra, los hallazgos realizados en los últimos 10 años se exhiben junto a una colección de 10.000 herbarios y ejercicios intuitivos de experimentación y creación, que resaltan la estética propia de la planta como organismo vivo y también como naturaleza muerta. El Museo se convierte en un observatorio y lugar de estudio, activado regularmente por expertos: sabedores indígenas, químicos, antropólogos y biólogos que han hecho parte del proyecto interdisciplinario. Esta experiencia se complementa con el bioarchivo de la artista, una colección viva de coca alojada en la terraza del cuarto piso del MAMM, donde coexisten las cuatro variedades de coca: Erythroxylum coca. var. coca, Erythroxylum novogranatense var. novogranatense, Erythroxylum novogranatense var. truxillense y Erythroxylum coca. var. ipadu. En este espacio, la planta sagrada, viva y libre, se exhibe como un acto político de sanación.
A través de la belleza que envuelve su historia, y entendiendo el arte como un puente entre tiempos, saberes y personas, Khoka Project invita a una reflexión profunda sobre la coca, una planta tan venerada como malentendida. El proyecto no busca su reivindicación como un simple acto de redención, sino que propone su integración en el presente, honrando su legado cultural mientras abre nuevas posibilidades para el futuro, donde su potencial pueda ser reconocido y reimaginado.
Agradecimientos de la artista:
Emma Velásquez, Rafael Mejía, Clemencia Villa, Luis Carlos Mejía, Pedro Mejía, Jairo Upegui, Eduardo Arango, Daniel Montoya, Elvis Peña, Dawson White, Wade Davis, Anthony Henman, Paul Gootenberg, Christopher McCurdy, Pascual Celis, Natalia Celis, Ángela Restrepo, Julián Posada, Ignacio Piedrahita, Álvaro Cogollo, Norberto López, Silvia Restrepo, Sdenka Silva, Jorge Montoya, Danilo Villafaña (q.e.p.d), Dora Troyano, Baldomero Cáceres, Nicolás Wills, Juan Camilo Miranda, Korina Perdomo, Anderson Exlonk Gil, Sandra González, Daniel Pulgarín, Pablo Melo, Roberto Sierra, Inspira Lab, Mottif, Taller Talante, Mesa Estándar.
Jardín Botánico de Medellín, Colección Banco de la República de Colombia, Met Lab Universidad de los Andes, Empresa Nacional de la Coca del Perú, Patrimonio Fílmico Colombiano, Biblioteca Ludlow – Santo Domingo y Dumbarton Oaks Museum de Harvard University, Kew Royal Botanic Gardens, Muséum national d’Histoire naturelle de Paris, Smithsonian National Museum of Natural History, Field Museum, The Royal Danish Library, Missouri Botanical Garden, Museo Larco, Museo Casa del Alabado, MALI, Museo de América, Colección Presley Norton, Bibliotheque nationale de France BnF, New York Botanical Garden, New York Public Library, John Carter Brown Library, Real Jardín Botánico de Madrid, The LuEsther T. Mertz Library, Natural History Museum Library, Universitäts- und Landesbibliothek Düsseldorf, Wellcome Collection, The Museum of Fine Arts Houston, The Cleveland Museum of Art, The Cleveland Museum of Art, Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo MAAC.
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