La materia prima de la música electrónica y experimental son las reflexiones de la ciencia, la tecnología y la filosofía en torno al fenómenos acústico; las experimentaciones científicas han permitido expandir vastamente las nociones del fenómeno acústico desde su generación, procesamiento, reflexión y percepción. Un ejemplo clave es la tesis de 1949 sobre Elektronische Musik und Synthetische Sprache ( “Producción electrónica de sonido: música electrónica y voz sintética”) del físico Werner Meyer-Eppler, en la cual promovía la idea de producir música mediante la utilización exclusiva de medios electrónicos y desde la cual se empezaron a expandir las prácticas de composición tradicional, que solían partir de un reducido grupo de instrumentos y sonidos regidos por las notas, a una noción más amplia del sonido organizado, lo cual a su vez expandió el rango de fenómenos acústicos, timbres, experimentos con la escucha y generación de experiencias psicoacústicas (1), que han sido determinantes para las exploraciones sonoras de nuestro tiempo.
Así, la música electrónica especialmente en sus vertientes experimentales ha servido entre otras cosas para ampliar las posibilidades de la creación sonora, pero quizás más importante aún para amplificar la experiencia de la escucha como un acontecimiento sensorial, perceptivo, creativo y poético que es estudiado hoy por muchos artistas buscando explorar aspectos ontológicos, de la subjetividad y de los límites del cuerpo.
Multiples of Stupor toma la escucha como órgano de exploración poética y científica por medio de elementos psicoacústicos. Aborda el sonido como elemento de investigación científico estético, invitando al oyente a moverse por el espacio en donde una colocación cuidadosa y deliberada de los altavoces sugiere una arquitectura y una narrativa cambiante y elástica. Más que presentar una obra unívoca a los visitantes, la artista está interesada en cómo estos mismos afectan sus cuerpos mediante el movimiento y la escucha en el espacio, activando su imaginación sobre un otro espacio que es liminal, de tránsito, de paso hacia otra dimensión perceptiva y temporal.
Lucrecia Dalt. Nacida en Pereira, Colombia en 1980, radicada en Berlín, Alemania. Trabaja como música, artista sonora y performer. Sus discos, siete en total desde su debut en 2005, abarcan el doble mundo de la electrónica de vanguardia y contemporánea, con influencias de su formación académica como ingeniera civil, así como de músicas y filosofías de todo el mundo.
En su trabajo sonoro, Dalt ilustra una metáfora filosófica sobre la existencia creando una narrativa compleja e inquietante, que encarna muchas disciplinas artísticas con el pensamiento y el detalle contextual que entra en su trabajo; los mensajes profundamente enmarcados están ligados a una música abstracta y escarpada, a un diseño de sonido rígido y a voces poéticas e inquietantes para crear una interpretación con muchas capas que conforman una obra de arte de carácter insular. Su trabajo sonoro ha sido presentado internacionalmente en espacios como Issue Project Room en New York, Haus der Kulturen der Welt en Berlín, el MAMM en Medellín, el pabellón Mies van der Rohe en Barcelona, la galería de arte New South Walles en en Sydney, entre otros.
Foto: Regina de MIguel