Débora Arango viajó a México en 1947 con el fin de estudiar en la Escuela Nacional de Bellas Artes, lugar donde aprendió la técnica del fresco y donde conoció el trabajo de muralistas como Orozco, Rivera y Siqueiros. Allí también conoció la propuesta artística de José Guadalupe Posada (1852-1913), grabador, ilustrador y caricaturista mexicano cuyas creaciones artísticas poseen una contundente crítica sociopolítica en las que priman las ilustraciones con calaveras. En la obra de Arango es posible encontrar correspondencias con obras de Posada.
Arango presenta un desfile en donde la muerte es protagonista; en el centro de la composición, un esqueleto va en andas, armazón propia de las procesiones de carácter sacro, vestido con una túnica de color rojo (con el que se identifica al partido liberal) y en su mano porta un instrumento similar a una hoz, como probable alegoría de la muerte; este personaje principal y aureolado también representa un personaje de carácter sacro
o sacralizado. En su entorno, nueve figuras esqueléticas con túnicas azules (color con el que se identifica el partido conservador) llevan en hombros el esqueleto mencionado; las figuras portan antorchas y de su vestuario cuelgan camándulas con crucifijos, símbolos que claramente nos remiten a un cuestionamiento sobre el papel que jugó un sector de la Iglesia; la danza es alegre.
La danza
ca.1948
Técnica: Acuarela sobre papel
Dimensiones: 56 x 38 cm
N° inventario: 172
Fecha de ingreso a la colección: 1986
Tipo de adquisición: Donación del artista