La pasión de Armando Salas Portugal (1916-1995) por la fotografía inició durante un viaje a México, cuando aún cursaba química en la Universidad de California (UCLA); para 1939 ya tenía su primera cámara fotográfica, una Zeiss Ikonta plegable de alta resistencia perfecta para un joven que aspiraba registrar los lugares más recónditos de su tierra. En el Pedregal de San Ángel, conoció a Luis Barragán, arquitecto e ingeniero a cargo el fraccionamiento residencial de Jardines del Pedregal, zona exclusiva de la capital mexicana. La amistad que tejieron fue fundamental para ambos, mientras Barragán facilitaba locaciones para el trabajo fotográfico de Salas Portugal, este último actuó como ventana artística a la obra arquitectónica del primero. Gracias a aquella experiencia emergieron los dos grandes temas del trabajo de Salas Portugal: el paisaje y la arquitectura. De allí en más documentó las construcciones arquitectónicas de Goeritz, Candela, O’Gorman, Del Moral, Legorreta y Pani; ello sin olvidar la mayor ambición de su carrera: un “gran atlas del paisaje mexicano” de parajes naturales y magníficas construcciones precolombinas. Simultáneamente, se aproximó a la fotografía numinal o telepática, derivada de la fotografía psíquica de Tomobichi Fukurai, cuyo objetivo era generar imagen a través de la concentración mental de patrones de energía, de modo que esta se revelara en la placa fotográfica sin necesidad lumínica. En menos de medio siglo Salas supo combinar su interés por la química, la fotografía y el senderismo, para producir más de 60.000 imágenes.
Establo casa de habitación
s.f.
Técnica: Fotografía a color
Dimensiones: 40 x 50 cm
N° inventario: 389
Fecha de ingreso a la colección: 1981