El juego entre lo sagrado y lo profano como una forma de cuestionamiento a las ficciones sociales y espirituales es una parte fundamental del trabajo de Ethel Gilmour (1940 – 2008). Esta antioqueña honoraria nacida en Ohio, EE. UU., presenta en Entierro de un papa (1979) la escena de renovación de la suntuosidad presente en los rituales fúnebres papales, que fueron brevemente interrumpidos por la austeridad de Pablo VI, quien terminó su periodo sin sepulcro y en un ataúd de madera. Sin embargo, la figura de Juan Pablo I, a quien Gilmour retrata en este lienzo, activa nuevamente, a solo un mes de su ascenso a la silla de San Pedro, aquel espectáculo mediático que encarna el fallecimiento de un pontífice. En Entierro de un papa (1979) nos enfrentamos a la muerte como espectáculo, pero también a la abstracción del hecho que distancia al espectador del acontecimiento directo y lo sume en ficciones que se suceden abruptamente ante su ojo impávido, que mira a distancia la historia de un mundo del que virtualmente forma parte. Los colores neón acentúan el absurdo de la escena y dan cuenta de la influencia del Pop-Art americano en las soluciones formales de esta artista. La llegada Gilmour al país en 1971 ofrece una mirada más objetiva del escenario social, político y religioso, pero también contribuye enormemente al panorama cultural de la ciudad de Medellín, el cual halló en esta artista, docente y gestora cultural una figura de contraste para la apuesta plástica antioqueña.
El entierro de un Papa
1979
Técnica: Acrílico sobre lienzo
Dimensiones: 194 x 137 cm
N° inventario: 247
Fecha de ingreso a la colección: 1980
Tipo de adquisición: Donación del artista