El trabajo de Ana Cristina Vélez se ha caracterizado por abordar de manera recurrente la figura humana en sus actitudes más reveladoras y vulnerables: el sueño, el placer, la desnudez. La artista encuentra estos estados como propicios para establecer un diálogo plástico y sensible con la intimidad que subyace a la vida cotidiana; son actos privados en el sentido de que no solo implican la individualidad de quien los experimenta, sino la subjetividad con la que se viven. Sus obras por lo general elaboradas en medio cerámico tienen un tono divertido y relajado; en ellas se denota rigurosidad pero también soltura y espontaneidad.
En esta escultura perteneciente a la serie El sueño, la artista retoma uno de los estados más placenteros, íntimos y biológicamente necesarios de los seres vivos. Una cabeza masculina durmiente hecha a escala natural, da cuenta por sí misma del poder de la gestualidad. Lo profundo e inabordable de esa expansión de la conciencia que es el sueño, se sugieren aquí a través de un rostro absorto, del que se nos oculta su verdadera identidad. No es tampoco gratuita la elección del medio cerámico maleable por naturaleza para la concreción de esta pieza, pues, finalmente, en la idea de moldear con las manos los cuerpos o fragmentos de ellos, radica ya una comprensión abierta de la fragilidad como condición permanente de lo humano.
De la serie “El sueño”
1985-1986
Técnica: Cerámica policromada
Dimensiones: 8 x 28 x 10 cm
N° inventario: 427