En 1953 el país sufría una gran crisis de violencia y tanto las élites económicas como los jefes de los partidos liberal y conservador observaban que el ensañamiento no cesaba. Laureano Gómez, protagonista en esta crisis y presidente para el período 1950-1954, ejecutó y gobernó durante un poco más de un año, pero debido a sus problemas de salud delegó el poder en Roberto Urdaneta; fueron gobiernos muy cuestionados por sus ideas
radicales y controversiales. El 13 de junio de 1953 una asociación entre conservadores, liberales, Iglesia y empresarios impidió que Gómez regresara al poder al inducir el golpe de Estado del general Rojas Pinilla.
Dentro de este panorama, Débora realizó algunas obras en primeras versiones a la acuarela y segundas versiones al óleo. Esta pintura representa la naturalidad con que fue concebida: se personifica como batracio al caudillo conservador, el cual porta la banda presidencial y es llevado en camilla por aves de carroña. El cortejo lo preside un emisario de la muerte y lo cierra el general Rojas Pinilla, quien con la culata de su fusil amenaza y empuja a los seguidores de Gómez, también representados como anfibios. Al lado izquierdo una multitud y en ella dos figuras clericales: una vestida de color rojo y la otra de color azul (en representación de los partidos liberal y conservador), aplauden en plan de halago al general, lo cual puede representar el apoyo de la Iglesia en dicho suceso.
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